domingo, 25 de enero de 2009

Transmisión del Puebla-Necaxa

A: La mejor transmisión en radio.
De: Un consumidor de futbol.

Después de mandarles un saludo (como mera formalidad no’más). Les quiero aclarar que según mi parecer, esta debe ser una crítica constructiva, si cabe el término.

Después de checar al menos 5 transmisiones del partido de esta tarde (Puebla-Necaxa), nos quedamos con Su transmisión. Pero no nos gusta.

La radio en México está en decadencia (como todo). Si de responsables se tratara, muchos críticos señalan a Carlos Salinas (o a sus diputados) por modificar “su” ley, y aceptar que cualquier persona pueda chambear de locutor.

En esta vida ya hemos consumido y desgastado el derecho de “libre albedrío”. En cuestión de la radio, la publicidad ha degenerado la (ex) profesión, porque el mayor rating lo gana el que hace más payasadas; y en pos de anuncios, los directores y locutores experimentan en cada transmisión decir más chistes, hablar más raro, hacer comentarios “polémicos” que realmente lo que buscan es enojar al protagonista para ver que pen…samiento le sale por la boca.

Entonces, en 5 minutos de monitorear las estaciones poblanas durante el primer tiempo del Puebla-Necaxa, encontramos a viejos locutores consagrados que no saben nada de futbol actual, una transmisión nacional que no saben nada del equipo de La Franja, a voces altisonantes sin dicción alguna, a gritos desenfrenados sin saber que pasa en el estadio, o a 30 segundos de futbol, por otros 30 de anuncios (que dicho sea de paso, uno se aprende de memoria el anuncio, pero juramos jamás comprar nada por la molestia que nos causa).

En la transmisión de cinco radio notamos de inmediato la poblaneidad, no nos referimos a que le vayan al Puebla, (tampoco decimos que no) sino a que viene siendo como platicar entre nosotros, incluso muchos de los comentarios hechos, los tiene la gente en la mente antes que salgan al aire.

Suponemos que esta característica la toman los locutores y comentaristas gracias al equipo entero de “Buenos DíaZ” de Don Javier, que como comentario aparte –y luego de ver la entrevista de youtube- no creemos que sea amarillista, sino morboso en pos del rating, porque los poblanos así somos, morbosos, y el resto del día comentamos con la familia y en el trabajo las noticias (ahí si amarillistas) del noticiero madruguino.

Pero, aunque no lo crean, aún no hemos hablado mal de la transmisión de Mexicana; son unos “detalles” los que “nos chocan” como para apagar el radio (porque no es opción cambiar de emisora).

En México somos machos, existe gran arraigo por la cultura machista. La ley dice que todos “sémos” iguales; sin embargo la ley es un documento que no habla y al cual a nadie le gusta leer, mucho menos entender, ya ni se diga acatar. Pero también como machos somos hipócritas y difundimos nuestra “tolerancia”. Este principio (esta hipocresía) lo acentúan los medios de comunicación (después del gobierno, Mario Marín es buen ejemplo y los partidos políticos) al “integrar” en ellos a viejas argüenderas… digo a mujeres.

A grandes rasgos, primero entonces las televisoras, para “difundir” la igualdad de género contrataron en todos los programas donde sólo había hombres (léase deportivos) a mujeres, pero como buenos bufones en busca de rating NO contrataron a locutoras, NI a investigadoras, NI a historiadoras; NO contrataron a especialistas pues; contrataron a modelos.

El ejemplo que primero se me viene a la mente es aquel programa de Ortiz de Pinedo (macho mexicano) albureando en cada comentario a “la Sabine” y luego a “la Luz Elena”, y qué decir de Brozo, y luego viene el etcétera en la “guerra de chistes”. Total que promulgando la “igualdad”, observamos en la tele a cualquier hora del día “mujeres encueradas” (no asesinas, ni desesperadas; viles putas dijera mi abuelita).

Pero no se quedó ahí la “tolerancia”. Como empezaron acusarlos de acoso sexual, entonces les prestaron el micrófono (sin dejar de vestirlas con minifalda). Y se comprobó al aire que aún no inventan la cirugía plástica para el cerebro.

No entendemos como este principio funciona en la radio… ¿será que como machos depravados nos imaginamos a las “locutoras” en bikini?

Entendemos que en los programas para jóvenes, a los de música de moda, a los de chismes de la farándula, haya voces femeninas salidas de la ibero y la upaep (con una papa en la boca se decía antes). Pero es absurdo, denigrante, chocante, que en programas de análisis, de comentarios específicos, de profesionistas, programas serios pues, encontremos a mujeres sin preparación alguna, sin voz, sin dicción.

Alguien podría llegar a la conclusión que no hay mujeres preparadas, o que son sobrinas del dueño, o recomendada de un político; lo cierto es que una mujer preparada (y que entiende su femineidad) no se denigraría a preguntar en una tribuna ¿cómo vio el partido?

Entendemos que las cerveceras utilicen el cuerpo femenino para vender su producto, pero no aceptamos que un medio de comunicación, alguna vez difusor de la educación, denigre a las mujeres y les de la chamba de “entretener” con su voz según ellos “sexy”, o que pase las llamadas. Son trabajos indecentes porque prostituyen el cuerpo, y no venden ni muestran el producto en cuestión.

Fueron (son) las televisoras las educadoras de esta cultura; al monopolizarnos aceptamos como “lo bueno” sus clichés; y sin iniciativa propia ni creatividad alguna, copiamos. Es fácil entonces que a los comentaristas de cinco radio se les salga “¡se volvió loco!” o “¡¿qué le pasó?!”, porque en las transmisiones de TV Azteca lo dicen.



Si hasta lo dicho hasta este párrafo, aún no están enojados, entonces déjenos felicitarlos, sentimos que son suficientemente críticos con sus comentarios. Son la mejor transmisión que hay… pueden se mucho mejores… claro que es mera opinión particular.

René Avendaño Villafuerte.
paraqueatuvuelta@hotmail.com