jueves, 26 de marzo de 2009

Otro ejemplo… Nery Castillo.

A los reporteros les exigen nota, mientras más “importante” (amarilla) es mejor. La federación mexicana de futbol ha cortado esta búsqueda con las exclusivas de los “dueños” de la selección.

Una conferencia de prensa de media hora cada concentración nacional es entonces el momento preciso de aventarle “piedras” a quien esté en el micrófono. Si las regresan es una primera plana segura.

La “hija de la chingada” de la fmf no tiene “cerebro”, ni madre tampoco. ¿Cómo pone a Nery Castillo (que no conoce a la prensa mexicana) para que aguante los piedrazos? ¿Como hace esto después de que los mismos reporteros lo esperaron CINCO horas en el aeropuerto y los dejó “plantados”?

Le cambiemos nombre: No se llama Nery Castillo, se llama Jorge Villalpando; no es la selección nacional, es el Puebla de La Franja; no fue ayer, fue hace mes y medio cuando nuestro arquero tuvo fallas sustanciales y le metieron goles.

Los reporteros en busca de esa nota amarilla buscaban y preguntaban si Villalpando seguiría de titular el siguiente partido. Jamás ha estado solo. Aunque sea novato o inmaduro y no sepa contestar “pedradas” de la prensa, SIEMPRE tiene la confianza que le da SU director técnico, y SU equipo, siempre lo defienden.

Nery Alberto Castillo Confalonieri, tiene 25 años, no es mexicano y le cae mal el país y sus habitantes, pero se dejó convencer por Hugo. No “está en su mejor momento”, anímico claro, no le gusta jugar donde está, le gusta ser protagonista y no ha podido lograrlo. Es muy fácil molestarlo y Hugo ya se fue a España, no hay quien lo defienda.

Esta es la idiosincrasia que Erikson jamás entenderá (mucho menos a la de los insidiosos reporteros mexicanos), la selección mexicana no está compuesta de robots, ni de personalidades frías, son “chavos” a los que les dijeron que son chingones jugadores, pero hay que apoyarlos, hay que demostrarlo.

Dicen que a Nery sus compañeros seleccionados lo apoyan porque muchos están descontentos con la prensa; si es así, pues es buen pretexto para UNIRLOS y cerrarle la boca a la prensa ganando bien el sábado. De algún modo tienen que sacar ánimos.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com
elpuebla.blogspot.com

martes, 24 de marzo de 2009

Siento, pienso, luego juego y existo.

24 jugadores de diferentes clubes deportivos se juntan durante 10 días. Se supone que les gusta estar ahí, les pagan bien, los estudian, los graban, les toman fotos, los revisan, los regañan, los idolatran.

Siendo las televisoras las dueñas de su vida, se nos hace raro qué aún no hayan televisado el nuevo Big brother: La concentración del Tri… sería una forma de entender porque no funcionan.

Ellos son figuras, son egocéntricos, divas, metrosexuales…
Son publicistas, payasos, son empresarios, comentaristas, son profesionales…
Son aduladores, conformistas, son interesados, avariciosos, son títeres, objetos, son dinero…
Son jugadores de futbol, son buenos jugadores, son aprendices y serán maestros…
…Pero son hijos, hermanos, papás, son personas, humanos.

¿Qué hacen ellos en los vestidores?, ¿de qué platican? ¿de quién hablan mal? ¿qué música les gusta? ¿en qué gastan su dinero? ¿qué película fueron a ver?… ¿Cuánta familia tienen, que les preocupa, qué sentimientos pasan por su mente?…

Cómo reaccionamos nosotros en el trabajo si nos cae mal el jefe, si el vecino tuvo fiesta, si sólo hemos comido frijoles, si la esposa está embarazada, si la tía tiene diabetes, si le debemos a hacienda, si al vocho le falta la verificación, si hubo manifestación en el centro, si llovió, si el niño tiene tarea, si sólo tenemos veinte años, si ya cumplimos 35, y si este año hay crisis ¿Nos concentramos igual en el trabajo?

Si firmé contrato con moviestar, si el doctor del club me inyectó algo, si Fáitelson quiere una entrevista, si el perro dice que soy emperador o principito, si los aficionados quieren una firma en su playera, si las aficionadas me avientan un beso, si acaba de morir mi padre, si nos van a recibir en Los Pinos… si el promotor quiere su mensualidad, si Hugo me cambia de posición, si soy americanista, si no me llevo con Rafa ni con Pavel, si aún no me alcanza para la hummer, si Lavolpe no quiere que vaya, si soy prieto y Sven es sueco, si no nací en México… Y si empatamos o perdemos contra Costa Rica, y si Decio me mira feo, y qué fue lo que dijo Joserra…, y si el árbitro me expulsa, y si fallo un penal, y si me duele la cabeza, y si la boda es en un mes, y si me regresaron de Europa… y si no fui a misa y si este color me va mal, y si el horóscopo no me apoya…

Todos nos podemos tropezar en la calle, golpearnos con la punta de una mesa, atragantarnos, estornudar, escribir una lerta por orta, enfermarnos, deprimirnos. Futbolísticamente les dicen “rachas”, “baja de juego” o “no está en su mejor momento”, lesiones. El hecho de que sean profesionales no los hace super hombres, talvez super jugadores, pero eso no les quita el aspecto humano. Bronca anexa si se les sube el éxito a la cabeza, o el dinero, o el protagonismo.

Los comentaristas consumados, se ensañan sin pensar que son pocos los que tienen más de 30 años de vida, es absurdo controlar tantos estados de ánimo a esa edad. Cada partido de la selección son once monedas al aire, son once estados de ánimo, son muchos problemas en sólo once mentes.
No pudo Lavolpe, ni Hugo, ni Chucho, ni Sven, ni el que siga. No son los “europeos”, ni los naturalizados, ni los delanteros, ni los defensas. No es el idioma, ni el “estilo” ni los partidos fuera, ni Trinidad y Tobago ni Estados Unidos, ni Argentina.

Han contratado brujos y psicólogos, han contratado mexicanos y extranjeros, con experiencia y novatos, con renombre y desconocidos, directores técnicos y motivadores. NO FUNCIONA.

Las “rachas” por infinidad de motivos, terminan con los cracks, los sobreexplotan y terminan por deprimirse, o subir de peso, o vender su imagen en Los Ángeles o Milán; por divorciarse, por drogarse. Nadie es tan profesional, todos descuidamos algo de nuestra vida.

Es cierto que las fuerzas básicas y su continuidad ha hecho a los clubes más campeones, por eso mismo, porque se conocen más, porque aprenden a manejarse mejor, porque el desánimo de uno se sube con el ánimo de otros diez, porque tienen mucho tiempo juntos, porque se identifican unos con otros.

¿Quién se ha cupado de las preocupaciones de los jugadores? ¿de su estado de ánimo?
Un psicólogo los va “terapiar” en 3 días, les va a “leer la mente” y les tomará el pelo, los va a bajar de su nube, los va a regañar… talvez los hipnotice, los maneje, los regañe; pero…

Un psicólogo no los va llevar al cine, ni va jugar poker con ellos, ni van a llorar juntos, no se preocupará por su familia, no les hará parrilladas, no les dará regalos, no mentará madres por ellos, no los defenderá contra los reporteros, contra los aficionados, no se portará como su padre, como su compadre, como su hermano, como su amigo, como su confidente, no los va a juntar los domingos en su casa.

Eso requerimos los humanos, y los mexicanos más; porque somos más pleve, más raza, más cuates, carnales, más bola, más gente, más banda, más desmadre, más abiertos y más sentimentales. Necesitamos compañerismo, necesitamos todas las muestras de aprecio que se puedan, necesitamos las críticas y presiones pero de los nuestros, de la familia. La idiosincrasia del mexicano no se compara con ninguna en el mundo, como ejemplo rápido está el síndrome del jamaicón.

Es como juntar a los compadres y cascarear el sábado, como el A contra el C en el recreo, como el Barza contra el Mánchester en Xbox, jugar con gusto y por el gusto de ganar. T

¿Es posible llevar esto a un equipo profesional de futbol?
TODOS nos dirán que no es profesional que no se pueden involucrar con el jugador.
¿Entonces? Por qué tantas primeras planas, halagos, entrevistas y reportajes a:

José Luís Sánchez Solá y El Puebla de La Franja.

De cero, de no haber nada, contracorriente. Ni nombres, ni conjunto, ni grupo, ni ánimo, ni dinero. Malos manejos, malos entendidos, bajos sueldos, porcentajes negativos, malas las perspectivas, nada que perder.

Dispersos, desanimados y desorientados empezaron perdiendo contra Monterrey en la fecha uno, 4-0… contra Toluca le anulan goles y nadie más les ha ganado. Los han regañando, los han amonestado, los han expulsado, les han quitado goles legítimos, les han puesto el reglamento en contra.

Entre semana sus directivos se jalonean las ganancias, se roban, se denuncian, se demandan, se embargan; el fin de semana el equipo GANA en la cancha.

No es que sea candidato para la selección, no es que los jugadores sean mejores pero tampoco peores que los convocados, no es que sean más mexicanos, incluso no han sido TAN superiores a los otros equipos. NO son diferentes. Son ejemplo a seguir.

Esta concentración, identidad, dedicación, humildad, este “modo de vida” es iniciativa cien por ciento de Chelís.

Primero son humanos y sienten, luego son amigos y después son jugadores.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com
elpuebla.blogspot.com

martes, 17 de marzo de 2009

¿Quién se salva?

Ya nos cansamos de ver, escuchar y leer los ataques contra él América; no es que lo defendamos, pero las águilas son fiel ejemplo de TODO el futbol mexicano. Son clara muestra de la decadencia y mediocridad de la que sólo se salva un equipo.

Hemos sido severos críticos del formato del futbol mexicano, de los torneos cortos y de la inequidad de la pelea por el no descenso. En este orden son las culpas y las consecuencias. En el momento que planearon tener dos liguillas por año, (14 partidos más, y hasta hace un año 18 con los repechajes); se tiraron a la basura la continuidad y la MEMORIA.

Antes todos los aficionados teníamos claro quienes eran los “grandes equipos”, o los “campeonísimos”, o los “equipos de la década” y los historiadores cuentan con gusto las experiencias de esos tiempos. Ahora tenemos que recurrir a estadistas, es decir, a simples números y no a recuerdos. Nuestra memoria ha quedado reducida cuando mucho a equipos del mes, ni siquiera del torneo. Ahora la diferencia entre equipos (grandes, medianos o chicos, todos mediocres) son “rachas”, pequeños períodos que no pasan de 5 partidos.

Al preguntar a la afición qué equipo sobresale en los torneos cortos, la respuesta es Pachuca, sin embargo fue por ganar la Copa Sudamericana. El siguiente equipo son los Pumas de Hugo Sánchez, dos campeonatos seguidos y el tercero digno de olvidarse. Esa es la memoria a corto plazo.

Los aficionados ya somos consumistas, nos han acostumbrado a ver partidos en que nuestro equipo golea y una semana más tarde es goleado… No existe continuidad, no hay desarrollo en los equipos, no hay crecimiento.

En el 2007 ascendió un equipo con ganas de crecer y desarrollarse. Con nuestro Puebla de La Franja, tuvimos esperanzas, tuvimos la adrenalina alta, gritamos, sufrimos, tuvimos triunfos y fracasos. Criticábamos entonces que las águilas del América, teniendo tan mal torneo no descendieran, y el Puebla con tantas ganas en cada partido estuviera a punto de irse; decíamos que los reglamentos del futbol mexicano estaban hechos para que los equipos “grandes” no descendieran, tenían que pasar 4 torneos malos de las águilas para verse con problemas. Durante ese año distinguimos un desarrollo continuo en El Puebla, sin embargo si somos realistas, eso no le ajustó para salvarse, los tiburones de Veracruz se fueron solos.

Con la euforia de haber logrado estar un año más en primera división se termino cayendo en el “ritmo” de los demás equipos y nos desmantelaron. Se jugo igual y peor que los otros. El torneo Apertura 2008 fue de los más mediocres para el futbol en México, y el Puebla fue último en esa tabla.

Durante ese tiempo y en varias ocasiones desahuciamos a nuestro equipo. No le encontramos ni pies ni cabeza y nos apartamos de él, le perdimos interés. Mientras duró ese sentimiento, justificamos nuestra apatía con argumentos separatistas. Si el equipo iba a descender era porque “éramos novatos”, porque los demás equipos ya saben a lo que juegan, a lo que se exponen y el reglamento de la femexfut nos ponía todo en contra; en pocas palabras, nos costaba mucho trabajo jugar con “sus” reglas (las de la FMF y las de Carrillo).

No hay que contar demasiado del torneo actual, es notable la mejoría de nuestro equipo partido tras partido; desde la fecha uno no se pierde en la cancha, (“dicen” que perdimos contra Toluca y habrá que ponerle un asterisco al partido contra San Luis).

No obstante el buen funcionamiento actual, al haber desperdiciado un torneo entero (17 partidos) Puebla ahora se beneficia de lo que se beneficiaron antes otros 16 equipos: de la mediocridad, de la falta de continuidad. Luego entonces nuestro querido equipo no se salva de su mediocre historia.

Entonces ya no se siente tan “bonito” vernos en cuarto lugar de la tabla general ni en el 15 de la porcentual, ya que este equipo está mejor que hace un año, pero mucho mejor que hace 6 meses. Sin que esto signifique quitarle mérito al trabajo de Chelís, los malos torneos de los equipos contrarios han ayudado.

La experiencia vivida es la que MÁS ayuda. Son los partidos perdidos, más que los ganados, los que ayudan a seguir ganando; hace un año perdíamos más. Esta EXPERIENCIA, es la que nos tiene por encima (a un año de ventaja) del único equipo que se salva de la mediocridad, del único equipo que aún no se ha beneficiado de ésta, del único equipo del que TODAVÍA no podemos hablar mal por tener el “beneficio de la duda”: Indios de Ciudad Juárez. Tampoco es hablar bien, pero Puebla ya vivió lo que Indios no, ya sufrimos lo que les pasa y deseamos que el descenso se pelee entre Necaxa y Tigres, equipos mediocres desde hace mucho.

Luego entonces Puebla como institución no se ha sacudido la mediocridad, ha sido mediocre y ha sobresalido en parte gracias a esta, sin embargo ya está detectada y aislada.

Como equipo, José Luís Sánchez Solá y “su” Puebla han tocado la mediocridad, pero para empujarla fuera, para mantenerla lejos. Chelís tiene mucho más mérito ya que no obstante haberse separado del grupo, no tardó ni tres partidos en colocarlo donde lo dejó, no quejarse de lo hecho por Carrillo y con el mismo sistema abrirnos la gama de posibilidades de salvarnos, calificar y celebrar.

Por lo tanto invitamos a los aficionados de los demás equipos a NO apoyar su mediocridad, invitamos a Indios y sus seguidores a aprender de nuestra experiencia. Exigimos a la directiva del Puebla, sean quienes sean, a continuar con este proyecto, a salvarse de la mediocridad.

* Son pocos los partidos que Chelís los deja a circunstancias “extra futbolísticas”; y esa fue nuestra impresión del pasado domingo, posteriormente en la conferencia de prensa nos lo confirmó así. Le ganamos a San Luís por las buenas influencias que tiene allá arriba; ésas que tenemos todos y nunca usamos.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com
elpuebla.blogspot.com

lunes, 9 de marzo de 2009

Identidad “villamelona”

Es muy buen tiempo para hablar de villamelones, ya que todos los medios hablan del Puebla y hablan bien, es tiempo de que podamos preguntar: ¿quiénes somos villamelones?

Debido a que es un término ambiguo, la mayoría de ocasiones que se usa el término, está mal interpretado y por consiguiente mal aplicado. Pero como aún ninguna real academia ni sus integrantes ha utilizado la palabrita, pues tampoco se puede aceptar ninguna de sus definiciones.

En cambio y como está directamente asociada, la definición que sí encontramos en la real academia es: AFICION: Conjunto de personas que asisten asiduamente a determinados espectáculos o sienten vivo interés por ellos.

Luego de buscar diversos comentarios o definiciones coloquiales, entendemos que el ser villamelón es una especie de seudo-aficionado, o medio aficionado, o ser aficionado al equipo de moda.

El tema que siempre va relacionado con la palabra villamelón es el de no estar bien informado. Se dice que el término nació en las plazas de toros para nombrar a los asistentes que aplaudían sin saber, o gritaban “ole” sin entender, y que al final de la corrida pedían rabo u oreja como si fueran tacos los que les iban a despachar.

En los estadios de futbol se asocia la palabra con los gritones (borrachos comúnmente) que sin conocer estadísticas, tácticas, ni mucho menos nombres, piden, corrigen y exigen jugadas o movimientos dentro de la cancha.

Pero esto también tiene un rango, porque los aficionados podemos saber el resultado del último partido de futbol, pero no saber el minuto en que ocurrió el gol, o el número del jugador que lo anotó; podemos ser malos en las matemáticas y no entender porcentajes o cocientes, por lo que las interpretaciones de ser villamelón o no, pueden variar según el grupo social en el que se esté participando.

Se incrementa el uso del adjetivo villamelón, siempre que un equipo (como el Puebla) comienza a ganar partidos y por lo tanto “invita” a otros aficionados “a irle”; es entonces que los aficionados “de hueso colorado”, los “añejos”, los de “en las buenas y en las malas”, califican de villamelones a los “nuevos” por sus intereses “de moda” o pasajeros, criticándoles el oportunismo.

Otro uso común se da por el hecho de que reaparezcan “aficionados” que se habían olvidado del equipo, o porque ataquen o se queden callados en “las malas”, y apoyen (y griten vivas en “las buenas”. (Personalmente recibimos el adjetivo mencionado por no escribir mientras Mario Carrillo “dirigió” al Puebla).

Una clasificación más ilustrativa se da porque el villamelón apoyaba a otro equipo (América por ejemplo) y por su mala racha se cambió al que le va bien… al de moda.

El próximo partido en el estadio Cuauhtémoc es contra el San Luis (equipo que carece de aficionados) y como es costumbre el estadio estará lleno, y quince días después será contra América (todo lo contrario de San Luis). La directiva del club Puebla vende los dos partidos juntos; es decir quien paga para ver el Puebla-San Luis, con el mismo boleto verá Puebla-América.

A nuestro parecer y según nuestro entendimiento del término (ojalá nos equivoquemos): el primer partido de futbol estará lleno de aficionados poblanos, pero en el segundo serán Americanistas; sí, las mismas personas con dos camisetas.

No es nuestra intención hablar mal de los americanistas, ya que todos lo han hecho (nuestro gusto sí es) pero incluso los vamos a “defender”, o más bien a comprender y justificar, ya que esta posición “villamelona” que toman, es una costumbre común en muchos mexicanos, se ejemplifica mucho mejor cuando vemos a MEXICANOS con camisetas extranjeras (Manchester, Milán, At. Madrid, BocaJuniors, etcétera.)

Así llegamos pues a la definición que queremos: Los villamelones son aficionados que no tienen IDENTIDAD: Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.

Apenas Carlos Albert criticó la falta de identidad de los equipos América y Necaxa. Y es precisamente lo que tiene el Puebla de La Franja. Este argumento lo utilizamos para no sentirnos villamelones, ya que nos IDENTIFICAMOS con ESTE Puebla, y no con el de Carrillo.

Talvez si checáramos nuestro horóscopo nos cayera bien el ex técnico poblano, o si viéramos guapo a Memo Ochoa nos identificáramos con las águilas, o por haber nacido en Chiapas apoyaríamos a Jaguares (o a la inversa), o como los hondureños que apoyan al Puebla por Ramoncito Núñez, o nuestro color favorito es azul, o amarillo o rosa, o rojo. La identidad es el caso: YO defiendo a MI equipo porque ME gusta. Porque juega bonito, porque es poblano, porque tiene una franja, porque mi papá me contaba…; porque tiene identidad, porque me identifico con él.

Nosotros no apoyamos a Erickson porque no se identifica con el equipo que entrena y transmite a los seleccionados esa falta de identidad con el país que se supone representan. Por lo tanto nos sentiríamos villamelones usando una playera del tri.

(No apoyo a Felipe Calderón porque no se identifica con lo que le hace falta a México. López Obrador se identifica con Felipe Calderón por eso quiere su puesto. Mario Marín se identifica con la publicidad que necesita y quiere una foto con Jose Luís Sánchez Sola.)

No importa grandes, chicos, viejos, nuevos, mujeres, hombres, colores. Defendamos nuestra identidad (en caso de que la tengamos). No la escondamos.

René Avendaño Villafuerte.
paraqueatuvuelta@hotmail.com
elpuebla.blogspot.com

viernes, 6 de marzo de 2009

FMF Pirata

Aficionados autónomos.

Por lógica y más por costumbre, en México tenemos una selección mediocre, ligas mediocres, equipos mediocres, técnicos mediocres, futbolistas mediocres. ¿Como será que somos los aficionados?

La Real Academia de la Lengua Española explica: Mediocre: 1. adj. De calidad media. 2. adj. De poco mérito, tirando a malo.

¿Qué hace que algo o alguien se esfuerce por NO SER mediocre? La Motivación, la competencia... la INCOMODIDAD. Todo aquel que se sienta cómodo o conforme, está tentado a la mediocridad y el futbol en México es… cómodo.

¿A quién le podemos echar la culpa de nuestra mediocridad?... A todo el mundo. Los pretextos abundan, lo cierto es que cada uno, es culpable de su propia mediocridad. Que si las directivas, que si los técnicos, que si los jugadores... nadie asume su responsabilidad. Esta conformidad es clara, irresistible, por lo que podemos asegurar que el futbol mexicano jamás hará algo bueno si sigue por este camino.

FMF pirata.

Cuando recién en este torneo de futbol la Federación Mexicana de Futbol comenzó a “atacar” al equipo Puebla, o al menos la directiva del equipo así lo afirmaba; corrió el “rumor” de desafiliar al club por su “rebeldía”.

¿Qué podría hacer un club establecido como Puebla F.C. si lo desafilian? Hay muchas opciones. NADA también es opción, pero…

Todos los días se une a la crítica popular, el comentario de algún renombrado deportista que opina que “el futbol mexicano es malo”; es comentario obligado luego de un partido de la selección, es opinión reincidente cada que el América pierde, cada que un árbitro anula un gol o marca un fuera de lugar inexistente.

El futbol mexicano está en crisis, pero no económica, como el país entero; está mal planeado, mal planteado, está mal manejado, mal controlado, está mal reglamentado, mal dirigido; incluso está mal transmitido. Entonces…

Qué sucedería si un empresario establecido y con suficiente dinero, un rebelde, loco, polémico, un non grato en la FMF… ¿Qué pasaría se alguien como Emilio Maurer tuviera (o consiguiera) el dinero de Jorge Vergara?

Sería factible, lógico, posible, perceptible, pensable, planeable, DESEABLE, que:
Convocara a unos 10 equipos (llaneros, desafiliados, que quieran desafiliarse, de ligas menores, de universidades, de preparatorias, de barrios, de ciudades, extranjeros) que todos no tuvieran nada, nada que ver con la FMF, ni FIFA. Y crearan una NUEVA FEDERACIÓN y una nueva liga de futbol.

El plan inicial sería jugar por amor al arte (como se hace en el recreo de lunes a viernes o e las canchitas cada fin de semana). Y que por ese amor al futbol pudiera crecer y SER todo lo que ahora el futbol de la fmf no es.

En otras palabras, CREAR una federación AUTÓNOMA. La primera en protestar sería la FMF de Justino y Decio y las televisoras y su poder, y luego sería la FIFA la que mentaría madres pero… ¿Y ESO QUÉ? (No las televisaría ni tvazteca ni televisa. Que bueno, sus payasos son muy malos comentaristas, y es más publicidad que futbol.)

Pero no se trata de ver conflictos, ni bloqueos, ni peros o pros. Tampoco de hacer o no negocio, menos de olvidarnos de los partidos clásicos Chivas-América, no se trata de competir por el rating.

Se trata de entender, que ESTE futbol “mexicano” y la Federación YA NO SIRVEN; sólo ganan dinero, explotan jugadores y nos venden un PÉSIMO producto. Se trata de ver que muchas cascaritas callejeras tienen más futbol que un América – Cruz Azul, que en un partido entre primarias se suda más la camiseta que los juegos de la “selección nacional”.

México es de los países con más productos piratas en el mundo; pero NO, tampoco se trata de hacer una Federación Mexicana de Futbol Pirata; una copia no sirve.

La federación que tenemos en el país es ya una mala copia (ya es pirata), y el reglamento está acomodado y parchado para usarlo económicamente, es como comprar discos piratas y ponerle “chip” al aparato para que los reproduzca bien. Los árbitros y los clubes aceptan y a los aficionados nos engañan creyendo que vemos una competencia.

Lo que buscamos es un FUTBOL ORIGINAL, un estilo propio, un amor propio en cada equipo, en que los aficionados sean reales y no comprados, que sientan a su equipo, que los participantes JUEGUEN, y no que COBREN.

Busquemos otra opción porque la que está ya no sirve. Busquemos la independencia o al menos la autonomía mental, que no nos engañen más.

René Avendaño Villafuerte
paraquetuvuelta@hotmail.com
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martes, 3 de marzo de 2009

¿Cuántos entran al Cuauhtémoc?

Las encuestas de la tele dicen que el equipo mexicano con más aficionados son las Chivas, luego las águilas, le sigue pumas, continúa Cruz Azul, de ahí Monterrey ... nunca llegan a Puebla, pero...

En todas las porras se corea a buen ritmo el “somos muchos, más que 11”. ¿Cuántos somos en verdad? Propongo a todas las porras la organización de un censo de aficionados, apoyados claro en algo así como una auditoría para que sea creíble el resultado.

Porque ahora sucede que a nuestro mundialista estadio Cuauhtémoc le caben muchos más personas que las 42,648 que dice wikipedia. ¿será acaso que los albañiles del afamado arquitecto Ramírez Vázquez, también eran aficionados al equipo y le pusieron muchos más asientos de los que decían los planos arquitectónicos?

Ya no podemos confiar en los códigos de barras, ni en los lectores de esos que suenan bip cada que ingresa un aficionado con boleto al estadio. Recuerdo que en las transmisiones de los años 80, al medio tiempo se decía el número de aficionados con boleto pagado que se encontraban en ese momento; pero ya no hay cómo, porque ni los dueños saben cuántos entran. ¿Donde caben tantos aficionados?; es cierto que el estadio últimamente se ha visto lleno, pero un sobre cupo solo fue obvio en la final de ascenso.

La reventa está descontrolada, es obvia, personas radioescuchas se quejan que los miran feo las taquilleras cuando compran diez boletos, y sin embargo platican amenamente con quien compra de 80 para arriba. Aún así se siguen vendiendo en los lugares de costumbre.

También se siguen regalando boletos a los empleados del gobierno estatal, en las mejores localidades (es decir, los más caros), con el único requisito que deben de estar al menos una hora antes del evento, ya que el “boleto” contiene la leyenda CANJEABLE, por uno normal numerado, de esta manera ya se puede lavar.

Pero ahora también “está documentada” la DOBLE impresión de los boletos, y quien acusa este hecho es el segundo dueño del equipo ¿Entonces? Somos “muchisisísimos” más que once.

Ahora resulta que el único manchado en el equipo es Bernat

Es muy clara la cargada actual de “todos contra Bernat”; claro está, los aficionados nos unimos (a la cargada), pero tenemos que tener claro el objetivo de esta campaña: Hay que obligar a toda costa a que Francisco Bernat venda su parte. ¿A quién? Pues a Henaine u otro prestanombres. Y con demandas en contra, con los medios de comunicación en contra, con la FMF en contra, con la afición en contra, también se busca que lo haga rápido y barato.

Suponemos que en cuanto Bernat ponga su firma en el contrato de venta, van a desaparecer las demandas; por el contrario, si las cuestiones legales proceden, la venta podría estar “suspendida” hasta que los “trámites” y “juicios” den un veredicto. Algo similar le pasó al “dueño” de Santos de Torreón que al ser excarcelado reclamó su equipo.

Queremos dejar claro que Henaine no es mejor persona que Bernat, muchos aficionados dan por hecho que cualquiera es mejor que Bernat, pero es sólo cuestión de tiempo. Henaine tiene el dinero y el nombre de Marín, ningún otro empresario alejado de este hecho entrará al Puebla de La Franja, por lo que el próximo torneo podrá hacer y deshacer lo que quieran con el equipo.

Es en este contexto y sobre todo en el HACER y NO en el deshacer (del año pasado por ejemplo) que Sánchez Solá levanta la mano. Tenemos 28 jugadores en el equipo, que si de momento se quedaran huérfanos, posiblemente Chelís reclamaría la patria potestad. A este grado llega su compromiso con el equipo (que se extiende a la afición); y es el sentimiento de ejercer esta “responsabilidad”, que el entrenador divisa y se acomoda a la mejor posición posible para hacer un plan de vida a tres años en El Puebla.

Es nuestra visión, nuestro gusto y nuestro sentimiento que vemos a Chelís como “padre” de este equipo y no como “jefe” o “líder”; y la afición así lo respalda. Porque no es una pieza más dentro de movimientos empresariales (tranzas), ni mucho menos políticos (mierda); incluso ni futboleros, porque no sólo dirige un equipo de futbol, sino que ve y provee por el futuro de sus... “hijos”. Entonces es nuestro deseo ampliar un poquito las palabras maradonianas de que “la pelota no se mancha” envolviendo dentro de su esfericidad al entrenador y sus jugadores; fuera de ella que digan misa, (más bien que digan mierda).

Claro que estos párrafos dan como un hecho que tenemos Puebla para fin de año; si Necaxa repunta y al Puebla le afectan las broncas de su directiva... seguro es Bernat el único que desciende.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com
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domingo, 1 de marzo de 2009

Los pies sobre la cancha y no a la altura de la tribuna.

El empate contra Atlas nos regresa un poco a la afición a la realidad… Se debe ver al frente, se puede soñar, se puede divisar el objetivo, pero un paso a la vez, un gol a la vez.

Lo rescatable del partido, principalmente es el punto, sobre todo si tomamos en cuenta que en esta jornada sólo perdieron Pachuca, Tigres y América. (Por cierto, América ya tiene sólo un punto por arriba de Puebla para el próximo descenso.) El partido como dicen los comentaristas estuvo para los dos lados, no fue un mal partido.

Fue contra un equipo tradicional de Antonio Lavolpe y había que tomar las precauciones, quisiéramos no responsabilizar más de la cuenta a Villalpando, pero a nuestra forma de ver es Chelís el que le da excesiva confianza cada que sale en el equipo titular y la malgasta cada que sale del área chica. No toquemos el tema con tanta saña, digamos que es un chavo con ganas de participar.

La pasión se sigue acumulando en el Cuauhtémoc. Los aficionados nos desahogamos un poco con aquel estupendo partido contra Pachuca, pero desde que estamos “unidos”, acoplados con nuestro equipo, no hemos podido ver un triunfo (de 3 puntos).

Tenemos claro, muchas esperanzas de que esto se dé. Pero seguimos reteniendo (al menos los aficionados) esas ganas de gritar en casa. Particularmente desde aquel gol atlantista de Giancarlo Maldonado, cuando ya con el equipo salvado nos dejó fuera del repechaje, igual, por un empate.

Afirmo que hay muchas posibilidades de que se dé, porque esta vida y este futbol es de quien aprovecha las experiencias vividas y es justo lo que el equipo y la vida particular de Chelís están aprovechando en el torneo actual.

Está pues el equipo jugando bien, entrenando, jugando y enfrentando al rival con los pies en la cancha, (con los pies en la tierra). Pero los aficionados somos por naturaleza exigentes y queremos que el equipo vuele, suba, se ponga a la altura de la tribuna, al nivel en la que los aficionados los idolatramos. Somos apasionados también.

Aprovechemos entonces la presión que nos deja este empate, tengamos en cuenta esta “pausa general” de la tabla de porcentaje al sumar por igual la mayoría de equipos involucrados.

Son los Tigres de Pékerman con Omar Bravo los que hay que visitar el próximo sábado; la última visita de nuestro técnico actual al estadio Universitario de Nuevo León, fue el mismo Chelís quien la publicitó como el partido en que más concentración ha tenido El Puebla. Entonces pensemos en alargar la racha de triunfos como visitante en Monterrey.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com
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