domingo, 29 de noviembre de 2009

Equipos pírricos

En el país de todo es posible, con un futbol de apreciación y no de reglamentos, es recurrente escuchar hablar y leer sobre equipos grandes, sobre equipos de peso, sobre equipos populares, y sus correspondientes contrapartes.

Sinceramente es absurdo, es ilógico. Pedimos y aconsejamos a todo aquel que utilice esas calificaciones y categorías DEFINIR de lo que habla cuando utiliza esos adjetivos.

Estamos de acuerdo con que la historia de muchos equipos es “grande”, pero hasta en eso hay que utilizar más palabras y completar esa genealogía ya sea con la EDAD del equipo, o con los nombres de los jugadores que lo hicieron así, o con el número de campeonatos ganados.

Todo el país se derrumba a pedazos, y desde que la Federación Mexicana de Futbol “A.C.” y sus agremiados le dan prioridad al DINERO contradiciendo su figura jurídica, la “grandeza” de los clubes es de caricatura: exagerada pero cómica.

Uno de los GRANDES fracasos del futbol nacional fue cambiar los formatos a dos torneos por año, con el único interés de hacer dos liguillas y el doble de ingresos. Una consecuencia entre muchas es no haber pensado que vivimos en el país sin memoria (¿valdrá la redundancia?), y si no nos acordamos de la HISTORIA del país, mucho menos de quienes fueron los últimos cinco campeones de futbol.

En mayo pasado, en las semifinales, seguidores de los Pumas de la UNAM, categorizaron al Puebla de equipo CHICO, les pedimos ser más objetivos, contrariamente se aventuraron a reprocharnos que para el Apertura 2009, La Franja YA NO iba a calificar. Ojalá su memoria les dure seis meses para acordarse y comerse sus declaraciones, más aún siendo el pírrico campeón Pumas, el equipo “GRANDE” que quedó en penúltimo lugar este torneo.

Una encuesta publicada en el diario El Universal en junio de este año 2009, pregunta los aficionados al futbol, ¿a quien le vas?. Son Guadalajara, América, Pumas y Cruz Azul, en este orden, los equipos “grandes” popularmente. Pero para ser más objetivos debemos de tener claro qué significa “ser más popular”, porque también dudamos de las encuestas políticas para gobernador. Nuestra duda no es si la encuesta es válida o no, sino de cuantas herramientas se valen AHORA los clubes para hacerse MÁS popular, puesto que ANTES los equipos vivían de las entradas para ver los juegos, y era la calidad del juego la que promovía su fama, sin embargo ahora viven de la publicidad y la venta de sus productos, no de sus servicios entretenedores.

Así pues, el club América está apoyado en términos de rating por la mayor cadena de televisión en México, y esto no son elecciones, no es una democracia, por supuesto que no hay el mismo tiempo en televisión para cada equipo de futbol. Las Chivas pelean su popularidad con las acciones excéntricas de su dueño Jorge Vergara, que publica desplegados y vende latas ralladas de Chiva Cola. Son ahora los clubes sólo una extensión publicitaria de empresas comerciales, los estadios cambian su nombre popular por la marca del producto anunciado, y no estamos nada lejos de que un club se llame los cheleros de la Modelo.

Si hablamos de “grandeza” de acuerdo a número de campeonatos obtenidos, a los cuatro anteriores le sumamos a los Diablos del Toluca, que han sido en la última década el equipo más consistente en resultados, específicamente con más partidos ganados.

La lista de equipos populares por antiguos (“tradicionales”) la completan el Monterrey, Atlas y Atlante, aunque radicalmente los Potros cambiaron su lugar de nacimiento olvidándose de su afición chilanga. De todos los demás hay “dudas”, es decir, no hay mucho que verles de “grandeza popular”. (Vale aquí otra aclaración MÁS específica: Localmente, es decir, en sus respectivas sedes-ciudades, no se discute su popularidad; por lo que es mayor “la grandeza” de los cuatro más populares al dividirse el territorio nacional y no ser sólo locales).

El equipo más viejo de México, es relativamente nuevo para los aficionados del país, sólo en Pachuca conocen sus “más de cien años”. El Morelia, se actualizó, YA no existe la popularidad de los Ates y Canarios, ya son “otros”. Los Tigres "de la U. de N.L." ya no son manejados por la Universidad, incluso tuvieron pleitos por ser auténticos o copias. De los guerreros, son pocos quienes conocen su apelativo, pero son populares en Torreón. Los Tecos se pusieron a estudiar, los Gallos de Querétaro presumen más su estadio mundialista que su historia en Primera División y los chuncos son los Jaguares, solo populares en algunas zonas de Tuxtla. ¿falta alguno? NO... ¿sí? ¿El atlético Potosí? Ah, El San Luis…. en su casa lo conocen.

No se nos olvida el “orgullo” propio. Al Puebla se le reconoce algo de historia, pero sus últimas “directivas” no le aportan continuidad alguna y son pocos los aficionados actuales chelistas, que se acuerdan que fue campeonísimo. Lo dejamos al final porque es un LEVE ejemplo de lo que deberían ser y proponer los otros 17 “grandes” para aumentar su fama, su levedad data de dos años y contrariamente no se la deben a la televisión, ni a las marcas publicitarias, NO se la deben a la directiva. Ser el equipo favorito de los que no tenían equipo en la presente liguilla, se lo deben a la forma de SER de su entrenador y a la consecuente manera de jugar: “Jugamos a lo Puebla”, presume Chelís.

Otra categoría son los equipos influyentes al estilo del gobierno mexicano, son los equipos que “pesan” por amiguismos, dinero, que prestan y cobran favores, son los que los que se reparten las ganancias comunes y los que dictan quienes son los “administradores”, quienes a su vez “interpretan” el reglamento.

Como ya habíamos mencionado, los torneos cortos detienen la continuidad, la historia, la longevidad de un estilo de juego y por ende su popularidad deportiva, descartan la resistencia mental del aficionado y le venden un producto en vez de un equipo. Los dueños y directivas millonarias podrían si quisieran hacer a sus equipos “grandes” promoviendo el deporte y no marcas, pero les interesa hacer aún más ancha su billetera.

La conclusión es que no son comparables Chivas y Puebla, o Pumas y Puebla. Son más populares los primeros, pero en ÉSTE torneo los resultados deportivos dicen que es PUEBLA el equipo “GRANDE”, Guadalajara el “mediano” y UNAM el “chico”. Ahora que si comparamos Cruz Azul o América EN ESTE TORNEO con Puebla, por más que los resultados deportivos no den mucha ventaja a los primeros en goles y puntos, humildemente los camoteros asumen su lugar de “menores”.

Es cuestión de apreciación, pero más es cuestión de categorías y definiciones, es necesario NO generalizar, eso sólo se aplica a los políticos; el próximo año por ejemplo, por ser año electoral, los candidatos invertirán (lavaran) dinero en diversos clubes buscando resultados futbolísticos que conlleven primero rating y luego votos.

El futbol es AÚN una competencia que se da en 90 minutos (máss apreciaciones, videos y a veces reglamentos) pero son seres humanos quienes patean el valón, NO la historia, NO la popularidad, NO la televisión (¿no?).

Es desde nuestro punto de vista una manera de hacer equitativa la competencia, de jugar todos al mismo nivel y sobre la misma cancha. De haber grandes y chicos, sería como jugar con diferente tamaño de pelota o diferentes minutos en un juego.

Nuestra “idea”, es una manera casi natural y casi inconciente de “irle” al equipo chico cuando juega contra el campeón, como apoyar a la selección de Honduras contra Alemania, (siempre y cuando no seamos Alemanes) como apoyar a Indios contra América, a Puebla contra Cruz Azul… es esa esperanza siempre latente de vencer a Goliat.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com
www.e-consulta.com/blogs/criticoluegoexisto/
www.elpuebla.blogspot.com

p.d. La excepción o antónimo a esta "regla", es ser soberbio o muy cercano a ello; un ejemplo popular son las Chivas de Guadalajara, antes el equipo del país, ahora de Jorge Vergara y Sra.

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