Equipo del montón

Este bice torneo de futbol en Puebla nos sigue dando argumentos contrarios a celebraciones, lo bueno es que en dos semanas se termina y a todos nos mandan a la verde, (a seguir a la verde).

En competencias anteriores el equipo nos acostumbró a las liguillas, pero más nos acostumbró a los buenos partidos rompiéndose el alma en la cancha. Eso ya se acabo; y luego, luego que no vemos liguilla, por si las dudas volteamos hacia abajo a comentar sobre el descenso.

Esto es porque sufrimos como pocos la lucha por mantener la categoría, pero ahora nos vemos favorecidos de lo que en años anteriores nos vimos afectados. Nos referimos a que desde julio de 2009 ya se cuentan el mismo número de partidos jugados que otros 16 equipos de primera división y mejor aún, para calcular el cociente del descenso 2011 se borrarán de la estadística dos de nuestros peores torneos, de tal forma que entramos a la zona de CONFORT, en la que están la mayoría de equipos mediocres del futbol mexicano.

Confort en el futbol mexicano es sinónimo de mediocridad. Si no existe presión, los torneos, cuando mucho, llegan a ser irregulares y la mayoría de las veces MALOS. Todos reconocemos que el futbol mexicano es mediocre y siempre da la posibilidad de que un club con mal torneo, teniendo una pequeña racha partidos ganados se meta a las finales. Y de manera inversa, con un torneo apenas aceptable se logran borrar los malos (también de la mente de los aficionados).

El formato de competencia mexicano es inmensamente desequilibrado. En un año, 18 equipos se disputan dos liguillas con 8 participantes cada una, de los que se obtienen 2 campeones, no obstante en el mismo tiempo sólo un club pierde la categoría de primera división. (En Europa de 20 equipos sólo hay un campeón, sin liguillas y son TRES los descendidos).

Para que se entienda y se note con números la güeva que da la comodidad mexicana recurrimos a las estadísticas para el descenso 2011:

América que sufrió de sus peores crisis el año pasado, aunque no ha tenido un buen desempeño, se encuentra justo a la mitad de la tabla porcentual con 95 puntos en 65 partidos disputados pero a 25 puntos de distancia del sótano. Luego vienen: Tecos (85/65), Atlante (83/65), Atlas (81/65), PUEBLA (80/65), San Luis (77/65), Querétaro con 36 pero en sólo 31 partidos, luego Tigres (72/65) y al final Jaguares de Chiapas con 70 puntos en 65 partidos.

Puebla tiene cómodos 10 puntos de ventaja con respecto al último, además que a Querétaro le puede suceder lo que a los recién desahuciados Indios de Ciudad Juárez y en su momento también a los mismos camoteros, no pudieron retener a sus mejores jugadores por estar a préstamo y luego de un torneíto estable le siguió uno para el olvido; se le añade también que siempre el recién ascendido comienza de cero y con futbolistas sin experiencia.

Puebla entonces terminó por aceptarse del montón. Sus primeras competencias en primera división tomaban a la inexperiencia de sus jugadores como esperanzas y honestidad en el campo, es decir jugaban bien por no ser “profesionales” como los otros. Se le fue añadiendo el orgullo humano de competir. José Luís Sánchez Solá aprovechó siempre cualquier situación contraria para sacar ventaja: falta de sueldos, problemas de sus directivos, malos arbitrajes.

Pero todo por servir se acaba y hasta las presiones inventadas como la amenaza de Chelís de renunciar, sólo surten momentáneo efecto. Puebla está igual y peor que los equipos güevones e inconsistentes que necesitan “calentar partidos” para sentirse presionados y jugar.

Puebla ha caído en el vicio de relajarse porque hay equipos peores. Puebla es mediocre porque no hay ninguna prisa por competir, tenemos otro año seguro en primera división.


p.d. El año pasado Chelís VENDIÓ su imagen a la campaña priísta porque Mario Marín Torres habría pagado sueldos a los jugadores. Este año el dueño Bernat fue quien pagó ¿Ahora será de regalado la figura de Chelís?


René Avendaño Villafuerte
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