miércoles, 15 de abril de 2009

Puebla, “casos de la vida real”.

Este padre de familia adoptivo cuida aprehensivamente a sus hijos, les regala juguetes, les compra ropa, los lleva al cine y luego a comer hamburguesas, casi casi les lee cuentos (reales y motivacionales); en vez de dejarlos en casa e irse a trabajar, los lleva todos los días a su trabajo y juegan en él, así se ganan la vida. No son 2, son 28 sus hijos, también tiene institutrices y niñeros; y más arriba se le adjuntan los amos de llaves que administran la casa.

Lo disfuncional de esta sociedad conyugal son dos personas por arriba del padre que no tienen parentesco alguno con la familia, incluso no le tienen AMOR; los explotan, toman únicamente el papel legal de patriarcas y ganan dinero semana a semana; se supondría que son quienes pagan la renta de la casa, quienes aportan el gasto, y más importante, quienes tiene la patria potestad de los hijos.

Pero desde que se dio este matrimonio, las cosas no han funcionado. Sin embargo el papá había logrado explicarles a los hijos y mantenerlos fuera de los pleitos, concentrándose en ser parte de las mejores 18 familias. Lo grave del asunto es que ya existe demanda de divorcio, y los jaloneos se dan por quedarse con todo lo que tenga valor. Eso lo entendían bien los integrantes, no les importaban la gran cosa el cambio de propietario, inclusive su gasto diario del recreo les alcanza y les acompleta el papá con su otro empleo.

El meollo del asunto es la cuestión sentimental, debido a que el conyugue que lleva las de ganar (por tener influencias con el juez) literalmente quiere vender a la mitad de los hijos, sin consultar siquiera al papá, y claro correrlo cuando termine su trabajo; por lo que anímicamente a los niños se les nota preocupados.

Así había empezado esta reeditada y reinterpretada teoría familiar, para por un lado asemejarla y hacerla entender a las familias normales, y por otro para “disfrazar” con palabras similares lo que ocurre en nuestro Puebla de La Franja.

Sin embargo el papá Chelís ya se está sincerando (MÁS) con la opinión pública y va a comenzar a defender su chamba y sus 28 hijos contra la mala calidad de vida que les proporcionan los patriarcas.

Es absurdo pensar para cualquier empresario futbolista que luego de tener el nivel y conjunción que existe en la familia Puebla de La Franja, lo que siga sea desmantelarlo. Es obvio el odio despechado de Henaine sobre todo lo que tenga que ver con su casi ex Bernat. Sólo así entendemos las amenazas y ansias constantes de correr a los amos de llaves y las demandas, embargos y rumores de pre ventas en el equipo.

Es curioso, chistoso, fantasioso que un equipo se futbol profesional se asemeje a una familia disfuncional, sin embargo es una manera de entender el mal funcionamiento en dos semanas. (otra es asegurar que son un equipo del montón de la primera división de la FMF).

La ansiedad propia de no saber a qué equipo se les vende, por cuánto dinero, por cuánto tiempo, no se comparan con los nervios sentimentales de separarse de la ciudad, de la afición y menos de los hermanos y del padre. Por eso al niño cherokee lo suspendieron de la escuela 3 semanas.

En fin quedan cuatro partidos y todos los aficionados del Puebla empezamos a partirnos. Los señores del dinero/poder están mucho más nerviosos que el propio Chelís… y dejan claro que les vale madres la liguilla, les importa un comino el equipo, les estorba el técnico, jamás, jamás han pensado ni lo harán en la afición. Sus ímpetus están enfocados en vender de nuevo los derechos, las playeras, la publicidad, las piernas… no tienen madre, la vendieron.

Pd. No sabemos si el reglamento de la FMF lo permita, pero si Chelis y el equipo se van a la huelga y se niegan a jugar los partidos que faltan, quedaría con 1.0882 de cociente, Necaxa aún tendría que sumar 6 puntos para empatarlo.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com

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