Orgullos libertadores y negocios mexicanos.

El orgullo y el honor poco tienen que ver con la decisión de romper relaciones con la Conmebol, de lo contrario esto se hubiera dado al menos hace unos cinco años.

Si en vez de Chivas y San Luís, los equipos involucrados en la copa Libertadores de América fueran Tecos, Jaguares o Puebla, esta decisión no existiría. Lo rescatable y destacable es que fueron dos dueños de mucho peso los que decidieron cortar las competencias y aprovechar publicitariamente el supuesto “orgullo”, “honor”, y criticar el “racismo” y la “traición”.

Simplemente las competencias en Sudamérica dejaron ya de ser negocio para los equipos mexicanos, y con los clubes visitantes negándose a viajar a nuestro país, los dueños no recuperan nada con estadios vacíos; sólo pensemos cuanto cuesta mandar a 30 personas, tres días con todos los gastos pagados a Chile o Uruguay.

Los aficionados nacionales le dan mucho más valor a un partido de liguilla que a cualquier enfrentamiento contra equipos americanos “desconocidos”; incluso cualquier juego de temporada regular en fin de semana, tiene más entradas que un juego a media semana contra algún equipo sudamericano. A todo esto hay que sumarle los, derechos, registros, (impuestos) que cobra Conmebol por “dejar” que los mexicanitos jueguen contra sus equipos. NO es negocio.

CLARO que monetariamente son ellos los que más pierden, ellos son los que SÍ tomaban en serio la Sudamericana y la Libertadores, son sus aficionados los que atiborraban los estadios cuando juegan contra los mexicanitos (que dicho sea de paso, siempre llegaban al menos a semifinales). No se han cumplido tres días en que el principal grupo publicitario de la copa Libertadores, el banco Santander, afirmó que su principal mercado es México, los canales televisivos están saturados de comerciales del rey Pelé diciendo futebol y no foot ball, anunciando al grupo financiero.

Sin embargo eso a los aficionados nos tiene sin el más mínimo cuidado, habrá quien en Puebla mencione la palabra lástima, pensando en la posibilidad de La Franja de llegar a la Sudamericana; pero de ahí no pasa.

En lo que sí perdemos más los mexicanos, es en el sueño de elevar la calidad de nuestro futbol, pero claro, a nuestra federación jamás le ha importado. Solo hay que recordar que en este año los dos equipos que renunciaron a la competencia internacional, Chivas y San Luís, tienen 21 y 17 puntos en el torneo local, octavo y décimo cuarto de 18 equipos. Es obvio que no les interesan esos torneos, de otra manera tendrían que estar en su lugar alguno de los primeros cuatro. En la Champions Ligue europea están como finalistas Manchester y Barcelona, los dos son líderes de Inglaterra y España.

Siempre hemos constatado que los sudamericanos “se ponen sus moños” contra México, en cualquier libro de historia universal encontraremos racismo de los dos lados, el pretexto es burdo, la “nueva” Influenza. Pero son los políticos mexicanos los que piden mano para tomarnos el pelo a los aficionados (y a la población en general), qué podríamos esperar de funcionarios federativos argentinos, similares a Decio y Justino.

En este país no existe ni el orgullo, ni el honor, cuando primero está el jefe DINERO. Aquí, jugamos cascaritas no fútbol.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com