domingo, 11 de octubre de 2009

Pereza feliz

De vez en cuando publican una encuesta “mundial” para saber “qué país es más feliz”; la última que nos forwardiaron con fecha de 2009 decía que sólo después de Nigeria, en México somos los más felices del mundo.

Tiene algo de cierto; somos famosos los Mexicanos en crear pretextos, brincarnos días laborables y hasta puentes semanales, suspender el trabajo por la muerte de la abuelita, por la posada y la partida de rosca, el cumpleaños del jefe; últimamente la influenza es buena opción, y claro, todos sumados a los crecientes días “oficiales” que no se chambea “por ley”.

Se debe añadir, que en Estados Unidos, donde es costumbre nacional ejercer los estereotipos, los mexicanos estamos marcados como perezosos, (talvez, pero para confirmar eso tendríamos que hacer un estudio más profesional y eso es mucho trabajo, mejor otro día). Recordamos una teoría, que nos contaba el maestro de ciencias sociales en la secundaria, que decía que la culpa del crecimiento y desarrollo del país se debía a la zona geográfica, específicamente al pinche calor. Más nos creemos entonces la encuesta, porque con cerveza y coca cola frente a la tele, todos somos felices.

Pero averiguamos un poco más sobre esa encuesta y sólo tiene dos preguntas, además de no especificar por qué medio se obtuvieron las respuestas. ¿Qué tan feliz es usted? ¿Qué tan satisfecho está usted?

Tecleando en google “países más felices del mundo”, también aparece un estudio europeo que se basa en el nivel de vida de los países y claro, México no aparece ni en los cincuenta primeros. Y como posteriormente nos dio flojera seguir buscando, entonces cambiamos de tema.

Pero seguimos en internet, y encontramos que luego de los chats, el mensajero instantáneo y los espacios personales públicos, (Metroflog, Facebook, Twiter, Myspace, etcétera) ya es notable una NECESARIA COSTUMBRE de los usuarios; no por firmar, ni calificar, marcar o rayar, o subir fotos de la novia, en la escuela, en el trabajo, o en cuerados; sino de efusivamente odiar lo publicado. Nos referimos a que la noticia, artículo, columna, video, foto, o cualquier cosa que el editor coloque en su página, “sufre” de ataques por medio de la opción de dejar comentarios; y posteriormente se da una bronca entre los mismos usuarios que gran parte de las veces no tiene que ver con lo publicado con el editor.

No importa que el tema sea religión, futbol, telenovelas, política, o bob esponja; los lectores “involuntariamente” dejan su frustración, su amargura, sus complejos, su aburrimiento y su ignorancia la mayoría de las veces, porque como las mentadas de madre son regularmente sonoras, se pierde la efusividad cuando se escriben.

Es la creatividad y no la pereza la que debiera marcar mundialmente. En lo poco que logramos estudiar profesionalmente nos enseñaron que ésta, la creatividad no es sólo como la de los japoneses o gringos para con la tecnología; sino es acomodar y modificar lo que tenemos a la mano para lograr nuestro objetivo. Si nuestra meta es estar más tiempo sentados en el sofá frente a la tele con cable, habrá que buscar enfermarnos, que se muera nuestra abuelita o hacer san lunes, luego aplicarle un diablito al medidor de luz, salir premiados esta semana en la tanda para comprar en el tianguis la pantalla de plasma (y el six), subir a la azotea con 10 metros de cable, una navaja y masquin, y enchufarnos al adaptador del cable del vecino… Ahora pregúuuntennnos qué tan felices somos.

Es precisamente con lo que ha subsistido la población de este país, no ha crecido económicamente, no se ha desarrollado, pero sigue viva y creativa, acomodándose a las “necesidades”. Con la misma creatividad chingativa ha crecido económicamente la clase política mexicana, acomodándonos las leyes para pagar sus gastos, y ellos pueden estar más tiempo en el sofá (de una suite de Miami, Irlanda o Dubay). Ahora pregúntenle a un obrero, qué tan feliz es, luego que le digan que se van a gastar su ahorro para el retiro por la crisis… Pero la creatividad mexicana provoca que en el justo instante que nos “acomoden” esa ley, la “selección” nacional de futbol logra su pase al mundial, y la respuesta entonces sigue siendo: Soy bien feliz, estoy bien satisfecho.

Seguimos leyendo los comentarios en la parte de abajo de una noticia, y luego de ejercer “nuestro derecho” a mentarle la madre y ser hostil con los salvadoreños, un XAnónimo en su derecho de réplica cita a Johann Wolfgang Goethe que dice: “Nadie está más completamente esclavizado que aquellos que se creen falsamente libres”.

Si entendemos la frase, nos quedamos callados; si no la entendemos, nos quedamos callados. Si nos preguntan qué tan felices somos… vuelva mañana, mi esposo(a) está durmiendo.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com
www.e-consulta.com/blogs/criticoluegoexisto/

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