lunes, 9 de marzo de 2009

Identidad “villamelona”

Es muy buen tiempo para hablar de villamelones, ya que todos los medios hablan del Puebla y hablan bien, es tiempo de que podamos preguntar: ¿quiénes somos villamelones?

Debido a que es un término ambiguo, la mayoría de ocasiones que se usa el término, está mal interpretado y por consiguiente mal aplicado. Pero como aún ninguna real academia ni sus integrantes ha utilizado la palabrita, pues tampoco se puede aceptar ninguna de sus definiciones.

En cambio y como está directamente asociada, la definición que sí encontramos en la real academia es: AFICION: Conjunto de personas que asisten asiduamente a determinados espectáculos o sienten vivo interés por ellos.

Luego de buscar diversos comentarios o definiciones coloquiales, entendemos que el ser villamelón es una especie de seudo-aficionado, o medio aficionado, o ser aficionado al equipo de moda.

El tema que siempre va relacionado con la palabra villamelón es el de no estar bien informado. Se dice que el término nació en las plazas de toros para nombrar a los asistentes que aplaudían sin saber, o gritaban “ole” sin entender, y que al final de la corrida pedían rabo u oreja como si fueran tacos los que les iban a despachar.

En los estadios de futbol se asocia la palabra con los gritones (borrachos comúnmente) que sin conocer estadísticas, tácticas, ni mucho menos nombres, piden, corrigen y exigen jugadas o movimientos dentro de la cancha.

Pero esto también tiene un rango, porque los aficionados podemos saber el resultado del último partido de futbol, pero no saber el minuto en que ocurrió el gol, o el número del jugador que lo anotó; podemos ser malos en las matemáticas y no entender porcentajes o cocientes, por lo que las interpretaciones de ser villamelón o no, pueden variar según el grupo social en el que se esté participando.

Se incrementa el uso del adjetivo villamelón, siempre que un equipo (como el Puebla) comienza a ganar partidos y por lo tanto “invita” a otros aficionados “a irle”; es entonces que los aficionados “de hueso colorado”, los “añejos”, los de “en las buenas y en las malas”, califican de villamelones a los “nuevos” por sus intereses “de moda” o pasajeros, criticándoles el oportunismo.

Otro uso común se da por el hecho de que reaparezcan “aficionados” que se habían olvidado del equipo, o porque ataquen o se queden callados en “las malas”, y apoyen (y griten vivas en “las buenas”. (Personalmente recibimos el adjetivo mencionado por no escribir mientras Mario Carrillo “dirigió” al Puebla).

Una clasificación más ilustrativa se da porque el villamelón apoyaba a otro equipo (América por ejemplo) y por su mala racha se cambió al que le va bien… al de moda.

El próximo partido en el estadio Cuauhtémoc es contra el San Luis (equipo que carece de aficionados) y como es costumbre el estadio estará lleno, y quince días después será contra América (todo lo contrario de San Luis). La directiva del club Puebla vende los dos partidos juntos; es decir quien paga para ver el Puebla-San Luis, con el mismo boleto verá Puebla-América.

A nuestro parecer y según nuestro entendimiento del término (ojalá nos equivoquemos): el primer partido de futbol estará lleno de aficionados poblanos, pero en el segundo serán Americanistas; sí, las mismas personas con dos camisetas.

No es nuestra intención hablar mal de los americanistas, ya que todos lo han hecho (nuestro gusto sí es) pero incluso los vamos a “defender”, o más bien a comprender y justificar, ya que esta posición “villamelona” que toman, es una costumbre común en muchos mexicanos, se ejemplifica mucho mejor cuando vemos a MEXICANOS con camisetas extranjeras (Manchester, Milán, At. Madrid, BocaJuniors, etcétera.)

Así llegamos pues a la definición que queremos: Los villamelones son aficionados que no tienen IDENTIDAD: Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.

Apenas Carlos Albert criticó la falta de identidad de los equipos América y Necaxa. Y es precisamente lo que tiene el Puebla de La Franja. Este argumento lo utilizamos para no sentirnos villamelones, ya que nos IDENTIFICAMOS con ESTE Puebla, y no con el de Carrillo.

Talvez si checáramos nuestro horóscopo nos cayera bien el ex técnico poblano, o si viéramos guapo a Memo Ochoa nos identificáramos con las águilas, o por haber nacido en Chiapas apoyaríamos a Jaguares (o a la inversa), o como los hondureños que apoyan al Puebla por Ramoncito Núñez, o nuestro color favorito es azul, o amarillo o rosa, o rojo. La identidad es el caso: YO defiendo a MI equipo porque ME gusta. Porque juega bonito, porque es poblano, porque tiene una franja, porque mi papá me contaba…; porque tiene identidad, porque me identifico con él.

Nosotros no apoyamos a Erickson porque no se identifica con el equipo que entrena y transmite a los seleccionados esa falta de identidad con el país que se supone representan. Por lo tanto nos sentiríamos villamelones usando una playera del tri.

(No apoyo a Felipe Calderón porque no se identifica con lo que le hace falta a México. López Obrador se identifica con Felipe Calderón por eso quiere su puesto. Mario Marín se identifica con la publicidad que necesita y quiere una foto con Jose Luís Sánchez Sola.)

No importa grandes, chicos, viejos, nuevos, mujeres, hombres, colores. Defendamos nuestra identidad (en caso de que la tengamos). No la escondamos.

René Avendaño Villafuerte.
paraqueatuvuelta@hotmail.com
elpuebla.blogspot.com

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