martes, 17 de marzo de 2009

¿Quién se salva?

Ya nos cansamos de ver, escuchar y leer los ataques contra él América; no es que lo defendamos, pero las águilas son fiel ejemplo de TODO el futbol mexicano. Son clara muestra de la decadencia y mediocridad de la que sólo se salva un equipo.

Hemos sido severos críticos del formato del futbol mexicano, de los torneos cortos y de la inequidad de la pelea por el no descenso. En este orden son las culpas y las consecuencias. En el momento que planearon tener dos liguillas por año, (14 partidos más, y hasta hace un año 18 con los repechajes); se tiraron a la basura la continuidad y la MEMORIA.

Antes todos los aficionados teníamos claro quienes eran los “grandes equipos”, o los “campeonísimos”, o los “equipos de la década” y los historiadores cuentan con gusto las experiencias de esos tiempos. Ahora tenemos que recurrir a estadistas, es decir, a simples números y no a recuerdos. Nuestra memoria ha quedado reducida cuando mucho a equipos del mes, ni siquiera del torneo. Ahora la diferencia entre equipos (grandes, medianos o chicos, todos mediocres) son “rachas”, pequeños períodos que no pasan de 5 partidos.

Al preguntar a la afición qué equipo sobresale en los torneos cortos, la respuesta es Pachuca, sin embargo fue por ganar la Copa Sudamericana. El siguiente equipo son los Pumas de Hugo Sánchez, dos campeonatos seguidos y el tercero digno de olvidarse. Esa es la memoria a corto plazo.

Los aficionados ya somos consumistas, nos han acostumbrado a ver partidos en que nuestro equipo golea y una semana más tarde es goleado… No existe continuidad, no hay desarrollo en los equipos, no hay crecimiento.

En el 2007 ascendió un equipo con ganas de crecer y desarrollarse. Con nuestro Puebla de La Franja, tuvimos esperanzas, tuvimos la adrenalina alta, gritamos, sufrimos, tuvimos triunfos y fracasos. Criticábamos entonces que las águilas del América, teniendo tan mal torneo no descendieran, y el Puebla con tantas ganas en cada partido estuviera a punto de irse; decíamos que los reglamentos del futbol mexicano estaban hechos para que los equipos “grandes” no descendieran, tenían que pasar 4 torneos malos de las águilas para verse con problemas. Durante ese año distinguimos un desarrollo continuo en El Puebla, sin embargo si somos realistas, eso no le ajustó para salvarse, los tiburones de Veracruz se fueron solos.

Con la euforia de haber logrado estar un año más en primera división se termino cayendo en el “ritmo” de los demás equipos y nos desmantelaron. Se jugo igual y peor que los otros. El torneo Apertura 2008 fue de los más mediocres para el futbol en México, y el Puebla fue último en esa tabla.

Durante ese tiempo y en varias ocasiones desahuciamos a nuestro equipo. No le encontramos ni pies ni cabeza y nos apartamos de él, le perdimos interés. Mientras duró ese sentimiento, justificamos nuestra apatía con argumentos separatistas. Si el equipo iba a descender era porque “éramos novatos”, porque los demás equipos ya saben a lo que juegan, a lo que se exponen y el reglamento de la femexfut nos ponía todo en contra; en pocas palabras, nos costaba mucho trabajo jugar con “sus” reglas (las de la FMF y las de Carrillo).

No hay que contar demasiado del torneo actual, es notable la mejoría de nuestro equipo partido tras partido; desde la fecha uno no se pierde en la cancha, (“dicen” que perdimos contra Toluca y habrá que ponerle un asterisco al partido contra San Luis).

No obstante el buen funcionamiento actual, al haber desperdiciado un torneo entero (17 partidos) Puebla ahora se beneficia de lo que se beneficiaron antes otros 16 equipos: de la mediocridad, de la falta de continuidad. Luego entonces nuestro querido equipo no se salva de su mediocre historia.

Entonces ya no se siente tan “bonito” vernos en cuarto lugar de la tabla general ni en el 15 de la porcentual, ya que este equipo está mejor que hace un año, pero mucho mejor que hace 6 meses. Sin que esto signifique quitarle mérito al trabajo de Chelís, los malos torneos de los equipos contrarios han ayudado.

La experiencia vivida es la que MÁS ayuda. Son los partidos perdidos, más que los ganados, los que ayudan a seguir ganando; hace un año perdíamos más. Esta EXPERIENCIA, es la que nos tiene por encima (a un año de ventaja) del único equipo que se salva de la mediocridad, del único equipo que aún no se ha beneficiado de ésta, del único equipo del que TODAVÍA no podemos hablar mal por tener el “beneficio de la duda”: Indios de Ciudad Juárez. Tampoco es hablar bien, pero Puebla ya vivió lo que Indios no, ya sufrimos lo que les pasa y deseamos que el descenso se pelee entre Necaxa y Tigres, equipos mediocres desde hace mucho.

Luego entonces Puebla como institución no se ha sacudido la mediocridad, ha sido mediocre y ha sobresalido en parte gracias a esta, sin embargo ya está detectada y aislada.

Como equipo, José Luís Sánchez Solá y “su” Puebla han tocado la mediocridad, pero para empujarla fuera, para mantenerla lejos. Chelís tiene mucho más mérito ya que no obstante haberse separado del grupo, no tardó ni tres partidos en colocarlo donde lo dejó, no quejarse de lo hecho por Carrillo y con el mismo sistema abrirnos la gama de posibilidades de salvarnos, calificar y celebrar.

Por lo tanto invitamos a los aficionados de los demás equipos a NO apoyar su mediocridad, invitamos a Indios y sus seguidores a aprender de nuestra experiencia. Exigimos a la directiva del Puebla, sean quienes sean, a continuar con este proyecto, a salvarse de la mediocridad.

* Son pocos los partidos que Chelís los deja a circunstancias “extra futbolísticas”; y esa fue nuestra impresión del pasado domingo, posteriormente en la conferencia de prensa nos lo confirmó así. Le ganamos a San Luís por las buenas influencias que tiene allá arriba; ésas que tenemos todos y nunca usamos.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com
elpuebla.blogspot.com

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