lunes, 15 de junio de 2009

El bueno y el malo, los dos feos.

De tres años para acá al hablar de Puebla en el resto del país o con los paisanos chicanos, merecía cualquier tipo de relación con botellas de cogñac, y si la referencia contenía una persona era obligado ponerle el sobrenombre de “precioso”.

Fue mucho el escándalo, fue mucha la fama y a la mexicana fue mucha la gracia de las desafortunadas declaraciones telefónicas de Mario Marín. La política no da para más, no existen los políticos limpios, para llegar a cualquier puesto público hay que mancharse y pagar las consecuencias, pagar los “favores”.

Tres años han pasado de aquella conversación, y aunque la impunidad no “tiró” a Marín Torres de la gubernatura, su imagen no la ha podido “limpiar”; sin embargo lo sigue intentando. Debería entender que la honestidad no se pega, no se contagia. Tengan o no tapa bocas, de cualquiera de los dos tipos (de los que no contagian y de los que silencian) no se puede adquirir este valor con declaraciones, pero es el “oficio” de ser político, y acostumbrarse a vivir cada día creyendo que las personas que los saludan y les aplauden, lo hacen por gusto y admiración, y no por conveniencia económica.

¿El hombre más importante del Estado?

Hace un año José Luís Sánchez Solá declaraba en los medios de comunicación, que no sabía declarar, que era nuevo en eso de las conferencias de prensa. Aceptamos y comprendimos desde entonces su peculiar honestidad, su manera de hablar sin modismos, sin el guión escrito.

Queremos entender que ya aprendió, escuchamos sus últimas declaraciones y sin perder su estilo, ya son diferentes a las de un año atrás ¿serán otros sus deberes? Luego de tantas conferencias y entrevistas, la experiencia enseña, cambió la forma, ojalá no el fondo. Es por eso que andamos en el entender antes de criticar.

Nuestras menciones, nuestras interrogaciones y quien las quiera tomar como insinuaciones, se dan al llegar un punto clave: Chelís llamó a Marín, el hombre más importante del Estado.

Los columnistas políticos y hasta uno deportivo (Carlos Albert) toman lo dicho por el entrenador del Puebla como un: a sus órdenes patrón. Lo dicen apoyados en la costumbre de los políticos que buscan un puesto, o de los empleados públicos que quedan bien con el jefe. Y lo publican así por la “rara” relación entre un entrenador de futbol y un gobernador de una entidad. No es nada nuevo, tiene más de dos meses que criticamos esta misma relaciones, incluso Chelís las criticó hace un año.

Cuando la relación es de un servidor público a su delegado es normal, no es novedad. Futbolísticamente es costumbre de Jorge Vergara, Presidente de Chivas, hacer lo mismo con sus empleados incluyendo al director técnico; si bien se les critica (al jefe y al empleado) no pasa de ser una “relación de trabajo”.

Pero es Chelís el hombre del momento, el intachable, el héroe, el que todo lo hace bien, el hombre más importante del estado, el bueno; y al declararse “servil” ante el corrupto, ante el ladrón, al que le prestan el nombre, ante el pederasta, ante el malo; es noticia, es novedad. ¿Es “noticia” que la libertad que inspira Chelís, se declare por debajo del poder corrupto? ¿Igual que Javier Aguirre ante Felipe Calderón, igual que Ana Guevara ante una candidatura?

No vemos por ningún lado, una diputación para Chelís, ni una secretaría, ni botellas de cogñac. El único “favor” que pide Chelís (y esperamos como sus aficionados que no exista ninguno más), es mantener su puesto (no público) de Director Técnico y recontratar a los empleados que juegan futbol. Sentimos que lo pide de manera honesta a la única persona que lo puede lograr, ya que los igualmente manchados directivos no lo escuchan. A cambio Marín se toma fotos, (los dos se ven feos), invita comidas y da reconocimientos.

Ahora cuando en México se habla de Puebla, las bromas tienen que ver con pelonas y un Equipo de Futbol: El Puebla de La Franja. Chelís no logrará jamás limpiar la imagen del gober precioso, pero ya limpio la imagen del Estado y del Futbol Mexicano.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com

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