lunes, 15 de junio de 2009

Que les den el sí

Y si Ricardo Henaine fuera “buena onda” y marcara en el teléfono al Ingeniero Francisco Ibarra Molina, presidente del Club Indios, y le comentara: ¿Cómo ve Usted ingeniero, jugar un amistoso por el tercer lugar, de ida y vuelta, y ya jugar más relajados y darle un partido más a nuestras respectivas aficione; no es una final, pero sirve para consolar las lágrimas?

Es posible que nuestra siempre consciente Federación se pusiera sus moños en las figuras de Justino y Decio. Pero con una módica mordida, de esas mismas que le dan por los sobre cupos en el Cuauhtémoc, seguro aceptan. Para no robar rating a los Tuzos y Pumas, pues ya corriendo miércoles en Juárez y sábado aquí en Puebla. El olímpico Benito Juárez y el Cuauhtémoc seguro, segurísimo, se llenan.

Ahora pensando lo próximo y no lo pasado, los medios nos dicen a los aficionados que “hay que esperar” a ver qué resuelven nuestros honestos directivos, mejor dicho qué más rompen. Nos rumoréan las contrataciones, bueno más bien las no recontrataciones, ya que absolutamente a todos se les termina su convenio. Que si Cruz Azul se lleva a Villalpando y Cherokee, que Osorno al Atlas, que si Noriega a Chivas, que van a vender hasta el etcétera.

Aparentemente es Chelís y su experiencia del año pasado, el primero que desespera y se apoya en el gober; sabe que éste tiene injerencia sobre el “representante legal” y si no directamente con dinero, al menos como testigo público puede ayudar y ayudarnos a la continuidad del Club.

Porque de otra manera, se iría Chelís y ninguno de los jugadores tendría ánimos de quedarse; es más, ningún entrenador de renombre querría ser contratado por éstos directivos. Nos acostumbran a los aficionados al futbol a cambiar de director técnico, de jugadores, de uniforme, de publicidad, hasta de cerveza; no podemos ni opinar, sólo nos dejan aplaudirles.

En este momento tienen 28 jugadores convencidos, un cuerpo técnico y entrenador en completa disposición de seguir jugando igual y mejor, el hecho de que concluya un torneo no significa que tenga que terminar el equipo o la vida de tal o cual jugador.

No dudo que de los 28, a unos cinco les hayan metido la idea de jugar en un “equipo grande”, que su familia quiera vivir con más lujos, o de plano luego de hacer fama, echarse a dormir yéndose a jugar a Cruz Azul o América; pero la gran mayoría son jugadores probados; si les aseguran el sueldo puntual, y un papel firmado con su nombre, estamos seguros que aceptarían un sencillo quince por ciento de aumento.

No es un ejemplo a seguir, pero sí una muestra posible, el caso de Pumas; su plantes de este torneo es idéntico al pasado, en los partidos finales jugaron más agrupados.

¿Por qué entonces modificar un equipo que YA JUEGA como quiere? No es para nada cierto el argumento que los clubes se refuerzan, sólo lucran con los jugadores, apuestan por comprar barato y vender caro. Les brilla el ojo a Henaine y Bernat al ver las ofertas por los jugadores propiedad de La Franja, pero podrían esperarse un torneíto más, asegurando llenos (y sobre cupos) en el Cuauhtémoc, publicidad adelantada a buen precio, transmisiones y demás cuestiones mercantiles. Estos jugadores no van a devaluarse en seis meses, traen ritmo, traen ganas, traen calidad comprobada.

Cualquier jugador “nuevo” tardará, al menos 5 partidos en comprender el Chelísistema, mientras que los jugadores que por identidad y gusto se quieren quedar no necesitarán más de medio tiempo luego de sus vacaciones. Esto asegura como ya dijimos boletaje agotado cada quince días y por supuesto una nueva liguilla. A eso sí nos acostumbramos con gusto los aficionados.

Claro que La Franja tiene deficiencias, pero es Sánchez Solá quien las resuelve no un jugador nuevo. Por ejemplo, el primer criticado que los aficionados quieren vender es a Jorge Villalpando, es a quien más se le notan las fallas por que todas significan gol en contra, la afición quiere de Calero para arriba, no tienen más paciencia para ver crecer al portero poblano; no obstante no necesita reemplazo, necesita competencia. Otro caso por resaltar el Álvaro Bola González, ya se le nota la edad, ya no está en condiciones de jugar 17 jornadas como titular, necesita resolver partidos en un primer tiempo y descansar el segundo, o a la inversa, entrar a salvar los juegos. Éste Puebla lo que necesita (auque talvez la tiene pero no la conocemos en su totalidad) es otro Puebla suplente, terminó la liguilla dependiendo de figuras claves, con exceso de responsabilidad y de su condición física.

Confiemos pues que a la petición de mano que hará este martes Marín a Chelís, sea nuestro entrenador el que se ponga sus moños azules con blanco y dé el sí, siempre y cuando acepte el gober a los hijos de la novia, es decir se queden Nuestros Jugadores, los que aquí nacieron y renacieron. Ah, y luego hay que echarles su aplaudidita y consolada en el zócalo, se la merecen los niños.

René Avendaño Villafuerte
paraqueatuvuelta@hotmail.com

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