lunes, 15 de junio de 2009

La reseña del campeonato en 90 minutos.

Se jugó como siempre; un poco más, un poco menos, pero igual.

Alejandro Acosta siempre ha tenido fuerza desmedida, le ha sacado provecho a su estatura y corpulencia; el partido de ayer le cobró la factura. Anotó tres goles en los últimos tres partidos, siempre en los primeros minutos, por lo que parecía ser un partido “normal”, pero estos le hicieron confiarse, jugar “de más”. Su exceso de fuerza, pierna larga y la motivación suficiente sobre el rival lo orillaron a su expulsión.; nada raro al inicio del torneo también tuvo dos expulsiones, son experiencias que hay que vivir, entender y componer.

Álvaro González también ha tenido estas “rachas”, nos acostumbro a sus goles y ahora nos acostumbra a sus “fallas”. No son tan errores, si tan sólo la mitad terminaran dentro de la portería tendríamos casi un “crack”, un “matador”; en Puebla tenemos a un ser humano que disfruta jugar futbol, no se cansa de eso.

Jorge Villalpando… no le encontramos modo de acostumbrarnos. Así como ataja se queda a medio camino. Confianza le sobra, capacidad también, fuerza y ganas tiene. Suponemos que le falta MÁS competencia, uno de sus mejores partidos fue el primero de liguilla contra Monterrey, luego de ser banca contra Tecos. Eso sí, promete, tanto o más que Jorge Bernal.

Ramón Núñez, Walter Vilches, Daniel Osorno, Duilio Davino, Luis Miguel Noriega, Álvaro Ortiz, Felipe Ayala, todos… normales, humanos, sensibles, chingones en lo que hacen, porque lo hacen con gusto y ganas.

El equipo no esta muerto, el gusto por jugar no se terminará nunca, el esfuerzo será mejor el sábado. Alcance o no, no estamos ni defraudados ni derrotados. Nada ha sido fácil y remontar tiene su chiste y en caso de conseguirlo, tiene su recompensa.

La presión de 17 semanas con el cociente del descenso sobre la espalda no se comparan con dos goles por hacer. El partido del sábado en CU, ocupa menos presión en la mentalidad de los jugadores que una temporada completa sufriendo por perder la categoría.

Son los Pumas los que tienen presión. Su afición tiene exceso de confianza, sus jugadores sienten que ya cumplieron, mentalmente cuidarán su resultado; con anotar el primer gol, Puebla controlará la presión felina y los puede orillar a desesperarse en la defensa. Son ellos los que pueden salir derrotados. Ahora estamos en condiciones distintas a las de hace una semana, dicen que “ya perdimos”, por lo tanto el sábado sólo podemos ganar. Es cuestión que la fortuna (o alguna de sus hermanas) decida bailar una pieza más con Chelís.

Insisten muchos comentaristas en llamar “equipo cenicienta” a nuestra Franja, claro que es sólo un sencillo modo sensacionalista de redactar y analizar. De cenicientos, estos jugadores sólo tienen su madrastra directiva que los explota; no hay ada madrina, no hay ratones, ni mucho menos magia; esta es una historia real. El Puebla fue invitado muy atentamente a estas finales y está cumpliendo.

Una vez más personas de traje (administradores suponemos) “gentilmente” ofrecieron “canjear” boletos de rampa re-comprados a $200 por otros de preferente de 500, con el mismo argumento que juegos pasado: “es que arriba, ya no caben”; sin embargo esta vez pidieron 50 pesos más, pal’chesco.

La administración y directiva poblana, representada por Ricardo Henaine, (que ya tiene todo el control del equipo y administración, y debe tener en su poder todos los papeles y registros de venta de boletos) es quien vuelve a faltar al respeto a la afición. Es suya y sólo de él la responsabilidad por el puro afán de ganar dinero; publicitando que tenía todas las medidas de seguridad y además con las debidas advertencias de la FMF y protección civil, vendió según el ayuntamiento sólo cinco mil boletos de más, hay que sumarle los que dieron portazo más lo que se quedaron afuera. Henaine le sigue mentando la madre a “su gente” (¿por que no fue hoy a sentarse con la porra? Porque no cabía. Sólo por el bien de la afición preferimos que Puebla no llegue a la final, la reventa y el sobre cupo van a provocaran MUERTOS en el Cuauhtémoc.

No nos queremos despedir; sin embargo la posibilidad juega su papel. Este equipo está para más, para mucho más si lo dejan crecer (cosa poco probable, viendo los intereses puramente monetarios de los dueños). De ser así, proponemos un sentido agradecimiento y homenaje a los 28 jugadores y cuerpo técnico, antes de sus también merecidas vacaciones. Puede ser un medio día en el estadio, puede ser una tarde entre la Juárez y el Zócalo…Gracias.

René Avendaño Villafuerte.
paraqueatuvuelta@hotmail.com

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